domingo, abril 08, 2012

Artificio

El joven estaba sincera, pero apaciblemente enamorado. Se encantaba con la radiante belleza de su comprometida, con su salud, gracia y destreza en los juegos, y con el tímido interés que comenzaba a demostrar por los libros e ideas que él le inculcaba. Ella era recta, leal y valiente, tenía sentido del humor (principalmente comprobado por las risas que él mismo le provocaba al bromear); y, él sospechaba, que en lo profundo de su inocente y curiosa alma, existía un brillo conmovedor que sería dichoso de descubrir.

Pero luego de terminado el análisis, volvió desalentado al pensamiento de que toda su sinceridad e inocencia eran un producto artificial. La naturaleza humana en bruto no es franca ni inocente; las torceduras y la desconfianza son instintivas. Entonces se sintió oprimido por esta creación de pureza ficticia, tan astutamente manufacturada por una conspiración de madres, tías, abuelas y ancestros de rancia época; porque estaba supuesto que eso era lo que a él correspondía, en orden a que tal vez ejerciera un caballerezco placer al destruir el artificio como si se tratara de una figura de nieve.

lunes, febrero 27, 2012

Diálogo.

No sé si creerás que después de nuestra entrevista de esta mañana no he pensado más que en la inocencia de mis veintitrés años, y tú comienzas por ahí, como si lo hubieses adivinado. ¿Sabes lo que me decía antes? Si no tuviese fe en la vida, si dudase de la mujer amada, del orden universal, y estuviese persuadido, por el contrario, de que todo no es más que un caos infernal y maldito, y fuese yo presa de los horrores de la desilusión, incluso entonces querría vivir. Después de haber probado la copa encantada, no la dejaré más que cuando esté apurada. Es posible que hacia los treinta años, la añore sin apurar, e iré...no sé adónde. Pero hasta los treinta años estoy seguro de que mi juventud triunfará de todo, desencanto y desgana de vivir. Muchas veces me he preguntado si habría en el mundo una desesperación capaz de vencer en mí ese furioso apetito de vivir; pero creo que no existe, por lo menos, antes que cumpla mis treinta años. Esta sed de vivir la tratan de vil algunos moralistas morbosos y enfermos del pecho, sobre todo los poetas. Es verdad que es un rasgo característico de los Karamazov esta sed de vivir a toda costa: también está en ti; pero ¿por qué será vil? Hay aún bastante fuerza centripeta en nuestro planeta, Alioscha. Se puede vivir y yo vivo, aun a despecho de la lógica. No creo en el orden universal, pero amo los tiernos retoños de la primavera, el cielo azul y a algunas personas sin saber por qué. Amo también el heroismo, en el que quizá he dejado de creer hace mucho tiempo, pero lo venero por costumbre.

sábado, diciembre 24, 2011

Desiderata

"Camina plácidamente entre el ruido y las prisas,

y recuerda que la paz puede encontrarse en el silencio.

Mantén buenas relaciones con todos en tanto te sea posible, pero sin transigir.

Di tu verdad tranquila y claramente;

Y escucha a los demás,

incluso al torpe y al ignorante,

ellos también tienen su historia.

Evita las personas ruidosas y agresivas,

pues son vejaciones para el espíritu.

Si te comparas con los demás,

puedes volverte vanidoso y amargado

porque siempre habrán personas más grandes o más pequeñas que tú.

Disfruta de tus logros, así como de tus planes,

Interésate en tu propia carrera,

por muy humilde que sea;

es un verdadero tesoro en las cambiantes vicisitudes del tiempo.

Sé cauto en tus negocios,

porque el mundo está lleno de engaños.

Pero no por esto te ciegues a la virtud que puedas encontrar;

mucha gente lucha por altos ideales,

y en todas partes la vida está llena de heroísmo.

Sé tú mismo,

especialmente no finjas afectos.

Tampoco seas cínico respecto al amor,

porque frente a toda aridez y desencanto,

el amor es tan perenne como la hierba.

Acepta con cariño el consejo de los años,

renunciando con elegancia a las cosas de juventud.

Nutre la fuerza de tu espíritu para que te proteja en la inesperada desgracia,

pero no te angusties con fantasías,

muchos temores nacen de la angustia y la soledad.

Más allá de una sana disciplina,

se amable contigo mismo,

eres una criatura del universo

al igual que los árboles y las estrellas;

tienes derecho a estar aquí.

Y, te resulte o no evidente,

sin duda el universo se desenvuelve como debe.

Por lo tanto, mantente en paz con Dios,

de cualquier modo que le concibas.

Cualesquiera sean tus trabajos y aspiraciones,

mantente en paz con tu alma,

en la ruidosa confusión de la vida,

Aún con todas sus farsas, cargas y sueños rotos,

éste sigue siendo un hermoso mundo;

Ten cuidado y esfuérzate en ser feliz."


A todos deseo una muy feliz navidad, y cuelgo dos cuentos ad-hoc que me parecen hermosos, y que nos recuerdan que éste mundo merece muchos cambios:

...por si tienen el tiempo y la voluntad.