jueves, abril 21, 2011

Aunque parezca muy desordenado, creo que debería insertar aquí un párrafo para responder a un par de preguntas embarazosas. En primer lugar, ¿por qué seguía sentado en el coche? ¿Por qué no salía, por ejemplo, mientras estábamos parados ante un semáforo? Y lo que es aún más evidente, ante todo, ¿por qué me había metido en el coche...? Hay, para mí al menos, una docena de respuestas a estas preguntas, y todas ellas, aunque confusas, suficientemente válidas. Pero creo que puedo omitirlas y limitarme a reiterar que era 1942, que yo tenía veintitrés años, acaba de alistarme, acababa de darme cuenta de la eficacia de mantenerse junto al rebaño y, sobre todo, me sentía solo. Uno se mete sencillamente en los coches repletos y se queda allí sentado, así lo veo yo.

1 comentario:

La orca con Parka dijo...

valee soy forever alone, ve mi blog y verás quien soy (r) aunque quizás ya lo adivinaste jajaja